¿En que momento de mi vida empezaste a ser importante?
Sinceramente, no sabría decir en que instante de mi vida pasaste de ser uno más a ser algo más que ese misero uno,a ser importante para mi. Quizá es en esos momentos en los que sientes unos hilos que te ayudan a incorporarte del suelo,esa persona que, aunque caigas y parezcas desamparado, tira de ti para arriba. Quizá no es eso y es cuando compartes momentos que ambos valorais,cuando intercambias intimidades y cuando éstas, que no se pueden contar a la ligera,te hacen elegir de forma precisa a quién contárselo. Y quizá todo lo anteriormente dicho tampoco es; quizá es cuando crece ese sentimiento de cariño,cuando darías todo porque él/ella lo dio por ti o aún si recibirlo tú, cuando sientes que, si se aparta de tu lado,es inevitable que no seas plenamente feliz...cuando es una parte de ti.
¿Sabes? Hace tiempo que descarté una de estas porque contigo valoro esas y algunas más. También hace tiempo que dejé de buscarle un sentido al cariño que te tengo. Y puestos ha acernos los sabiondos,también doy por sentado que si te vas,es inevitable que sea plenamente feliz.Suena egoista cargarte con eso,pero es necesario.
Nunca nos planteamos que pasaría si por la cosa más tonta o la más importante, una persona de esas que nos rellenan y que son importantes para nosotros desapareciese plenamente de nuestra vida. Nunca lo imaginamos,somos así de ingenuos. Pero ahora dime; cuando se da este caso,¿qué haces?
Yo no soy apta para este tipo de sensaciones. No sé vivirlas. ¿Por qué? Porque el "echar de menos" es un sentimiento simple y lo que se siente `por dentro supera con creces esas tres palabras. Porque llorar sería inexpresivo en comparación de todo lo que te gustaría sacar fuera. Porque las palabras,estas palabras, se quedarían cortas para dictar apenas uno de todos los recuerdos y sensaciones que tengo. Porque aunque parezca que estas aquí aun sin estarlo,aunque el teléfono y todas esas bobadas nos mantengan comunicados de alguna manera, la ausencia se palparía en el aire.
En fin...al no ser apta me decanto por librarme de despedidas. No me gustan; saben mal. Lloras,te callas lo que te gustaria decir:"Estas haciendo el gilipollas al irte", y, en mi caso, te proteges y plantas tu coraza entre ambos (como no, soltando borderias) para no salir más dañada (mentira,para salir peor...) de la situación.¿ Sabes lo que queda entonces por hacer? Acogerte a la confianza de que tome la decisión acertada...pero para que engañaros, la opción incorrecta es la predilecta.
¿Esta muy visto o de más decir que te quedes? Supongo que si...