Y hoy,entre mis apuntes de economía, con la cabeza en otra parte aunque mi mirada iba a la gráfica del mercado, me di cuenta de que no he vivido lo suficiente...
que no ha bastado todo lo que he vivido para darme cuenta de todo lo que he sufrido y disfrutado.Que no sabía vivir...que no sé vivir,debería decir.

Que me he ocupado tanto por cosas sin importancia que no supe valorar muchos momentos importantes en mi vida... que no he sabido atraparlos en mi memoria.Que, a veces, recuerdo más la última vez que lloré que cuando reí...
Y ahora solo sé que en algún momento dejé que mi vida se esfumara...que estoy dejando poco a poco que se vaya extinguiendo sin yo saberlo.

Llega un momento en el que uno se da cuenta de que se ha perdido sentir por miedo a sufrir, o se a privado de reír por miedo a acabar llorando.
Hay quien dice que vivir es no recordar el pasado, aprender a eliminar los escombros de la aflicción y el dolor que un día se sintió y labrarse desde los cimientos una vida nítida y limpia...yo no creo que sea así; yo creo que esos retazos del pasado nos los vamos cosiendo al alma y que constituyen lo que ahora somos...por eso sé que tuve la oportunidad, seguramente, de agradecer a todos los que estuvieron en esos momentos, y supongo que no siempre lo hice, no sé cuantos ángulos muertos dejé en mi vida, no sé cuantas veces resté importancia a la palabra gracias...

Pero sé-y no intento justificarme-que aunque no se puede dar marcha trás al reloj, se le puede dar cuerda nuevamente...

Como veis, una simple tarde entre costes y beneficios,da mucho fruto...(aunque no en materia de economía,la verdad)