lunes, 28 de septiembre de 2009

Como cuando te encuentras una espinita entre ese pescado blanco que parece tan inocente. De sorpresa,igual de punzante, igual de traidor. Como cuando se te atasca, e impide que siga entrando por tu garganta aquel caballo de troya que tanto engaña. Así se sintió ella, vendida y traicionada por aquel ángel de alas blancas, por aquel cautivador que robaba almas que encerraba más tarde en botellas opacas con tapón de corcho, ahogándolas, privándolas de cualquier luz esperanzadora. Así sintió ella que deshacía de sus huesos cualquier sustento que la mantuviese en pie, que oprimía cada músculo de su cuerpo y que arrancaba de su piel cualquier recuerdo de belleza y juventud.
Su alma se deshizo allí por las costillas, encogida en sí misma, muerta de miedo. Sin luz, sin signos de vida...solo un glup,glup que repiqueteaba como en las paredes de una caverna; solo ese sonido molesto y el del propio llanto. Sola ella. Solo su soledad. Solo esas palabras resonando una y otra vez entre sus ropas : ""Nunca te quise" Solo el arrepentimiento y el porquetearriesgastonta. Solo el miedo a salir,el miedo a vivir, a soñar...
Hoy, aunque recuperada, sabe a que atenerse, se ha creado una coraza dura, infranqueable. No hay botellas, no hay tapones de corcho, pero eso no quita el recuerdo de que un día lo hubo,no.



2 comentarios:

Natalia dijo...

Aw, cuánta razón tienes. Pero lo inesperado puede ser malo... o bueno ;)

mandy dijo...

jo, que tristón
que dura resulta la vida a veces...
es una mierda, pero que le vamos a hacer

besos!